lunes, 3 de mayo de 2010

Lágrimas en el día del Maestro




Son situaciones las que nos tocan vivir, algunas de fiesta, otras de consternación. En el día del maestro tuve que despedir a un gran profesor, a un amigo, el pasado jueves 29 de abril se nos fue Huguito.
Compartí con Hugo años inolvidables de mi vida, fuimos compañeros en la Facultad de Filosofía, escribimos juntos un libro y pasamos largas noches con su guitarra y un buen vino.
Él se nos adelanta en el camino hacia la Casa del Padre, desde allá nos guarda un lugar, nos espera con su mate, con sus ideales políticos, con su entusiasmo y su alegría...
¡Profesor! ¡Te adelantaste a todos!
Sólo quiero decir que Hugo vivió intensamente cada minuto de su vida, lucho por cada sueño, se entregó por lo que creía, por sus ideales, trabajó arduamente por la causa indígena y supo cosechar sonrisas y amistad por donde pasaba.

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